Durante siglos las cartas del Tarot: extrañas, simbólicas y hermosas, han sido una fuente interminable de misterio y fascinación. Nadie sabe a ciencia cierta quién lo inventó, ni dónde ni cuándo. Ni si quiera se sabe el verdadero significado de la palabra Tarot. Se cree que tal vez eran jeroglíficos pertenecientes al Libro de Toth, rescatados de las ruinas egipcias hace más de mil años.
La palabra Tarot tiene dos raíces: Tar (que significa caminos) y Rot (que significa Real) por lo que probablemente signifique “el Camino Real. En hindú podría dividirse en Tan o Tara que significa Zodíaco. En hebreo sería la palabra Toráh que se conoce como la ley. En sánscrito Tar quiere decir “el todo o estrella fija”.
Los orígenes del Tarot se pierden en tiempos inmemoriales. Las autoridades en la materia han atribuido su origen a las escuelas esotéricas y filosóficas del Antiguo Egipto o de la India. Según una hipótesis, el Tarot podría deberse a Toth: Consejero de Osiris; era el escribano de las divinidades egipcias, el que media el tiempo, el inventor de los números y el Dios de la Sabiduría y de la Magia.
También se dice que las interpretaciones de las veintidós cartas que constituyen los Arcanos Mayores, en tiempos antiguos, fueron parte de la ceremonia de iniciación en el sacerdocio egipcio.
Después de la revolución Francesa se impuso una nueva libertad y las sectas esotéricas y las organizaciones místicas volvieron a florecer, ya que Eduardo IV de Inglaterra, durante su reinado, prohibió la importación de las cartas en el siglo XV, Un ilustre investigador francés, Court de Gebelin fue el primero en dictar que el tarot podía ser de origen egipcio y en siglo XVIII descubrió sus cartas. Diez años más tarde un adivino de moda llamado Etteilla inició la restauración a su forma original de la versión que Gebelin hacía de las figuras del tarot. Etteilla fue el primero que sugirió la posibilidad en una relación entre las Cartas del Tarot, la Astrología y la Kábala.
Después de un prolongado intervalo de tiempo, en 1854, se produjo el resurgimiento del interés por el Tarot tras la publicación del libro “Dogma y Ritual de la Alta Magia”, en donde se establece o descubre la relación entre las veintidós cartas de los Arcanos Mayores con las veintidós letras del alfabeto hebreo.
Aleister Crowley, discutido crítico inglés y aficionado a la magia negra, publicó un libro considerado como excelente por los especialistas denominado “El Libro de Toth”.