Desde que el hombre descubrió la navegación, numerosos son los mitos y leyendas sobre barcos fantasmas que surcan los mares y océanos de todo el globo terráqueo, trayendo con ellos la mala suerte y la desdicha, así como, en algunos casos, incluso la muerte.
Embarcaciones terroríficas capaces de poner los pelos de punta al más valiente de los marineros y aterrorizar a la tripulación de cualquier navío que navegase hacia su rumbo y tuviese la lamentable desgracia de cruzarse con alguno de estos fantasmagóricos botes de la muerte.
¿Pero cuánta realidad y cuánta ficción se esconde tras todos estos casos?
Algunos de los Barcos Fantasma más conocidos esconden tras de sí inquietantes historias que, en algunos casos, a día de hoy, todavía no han encontrado una respuesta a qué o a por qué habían llegado a convertirse en buques a la deriva sin ningún rumbo y sin tripulación.
Barcos Fantasmas
OCTAVIUS:
Una de las historias más conocidas sobre barcos fantasmas es la del Octavius, según cuenta la leyenda el barco fue hallado navegando sin rumbo al oeste de Groenlandia por el ballenero Herald el día 11 de octubre de 1775. Cuando los hombres del Herald abordaron la nave, descubrieron a la tripulación del Octavius congelada a causa de las bajas temperaturas del Ártico. Pero lo más sorprendente fue que encontraron al capitán aún sentado en la silla de su escritorio cuando la muerte le sorprendió escribiendo una nota sin acabar, cuya fecha databa de 1762, lo cual constataba que el barco fantasma llevaba más de 13 años navegando a la deriva.
OURANG MEDAN:
En 1947 dos barcos de la armada americana recibieron una señal de socorro por parte de la tripulación de la nave holandesa Ourang Medan, en la que se solicitaba ayuda y que parte de los marineros habían fallecido. El escalofriante mensaje terminaba con las palabras “yo muero” por parte del interlocutor. Una vez llegó la ayuda encontraron al Ourang Medan en perfectas condiciones pero al subir a bordo, la escena que sorprendió a los marineros estadounidense les dejó estupefactos al comprobar que toda la cubierta estaba llena de todos los cadáveres de la tripulación holandesa tendida en el suelo y mirando hacia arriba, con las manos en alto y con un gesto de auténtico terror. Algunas hipótesis aseguran que este barco llevaba en sus bodegas algún tipo de gas nervioso o de otra arma biológica. Pero no faltan las hipótesis que aseguran que ese estremecedor acontecimiento pudiese estar relacionado con los extraterrestres.